
Bueno llegó el día, el viaje que teniamos planeado despues de haber ido a Vecindario y la verdad que quitando el partido y lo que sentimos y vimos con nuestros propios ojos, de resto creo que se recordará por mucho tiempo.
Muy temprano salimos desde los Rodeos a la aventura y llegamos a Madrid algo mareados cortesía de un Francés gediondo que le olia el sobaco a cebolla pura, dios mio menos mal que habian asientos libres y me pude cambiar y una azafata hechó algo de ambientador porque joder el Francés no tenia dinero para un desodorante pero si para el ibook ese que tenía en la mano.
Una vez en Madrid y de sentirmos como hormiguitas en esa pedazo de ciudad, cogimos el metro y el tren y llegamos hasta Leganes, una vez ahi y de que nuestras habitaciones...